NOCHE DE SAN JUAN - FOGALERAS

En mi tierra, Canarias, llamamos a las hogueras fogaleras.
Según la Academia Canaria de la Lengua, la palabra Fogalera 'hoguera, fogata' tiene que ver con fogal 'sitio habilitado con tres piedras para hacer fuego y guisar'. A fogal se le ha añadido el sufijo -era, que, como en estercolera, escombrera, etc., tiene sentido locativo. El término portugués fogalera ha podido influir convergentemente en la voz canaria que nos ocupa. Además del significado recto, fogalera ha desarrollado toda una serie de acepciones metafóricas como las de 'calor intenso', 'pendencia', 'persona irascible', etc. Así, pues, fogalera es una palabra canaria enteramente válida, por lo que en ningún caso debe ser tenida, como sucede a menudo, por una deformación de hoguera.

¡FELICIDADES!! a todos los Juanes en esta noche mágica, la mas corta del año. Noche para quemar todo lo negativo y las malas energías con el fuego purificador.
Se estila, para el que en ello crea, el escribir en un papel todo eso que queremos eliminar de nuestra vida y tirarlo a la hoguera, luego saltarla tres veces, eso si no son de altura de las que vi esta noche!! sino desapareceremos con ella :). Bueno lo mejor es esperar que de haya consumido y saltar sobre las brasas.
Hay montones de rituales que se pueden hacer. De pequeña los escuche de boca de mi madre y algunos practiqué. Que si claras de huevo en un vaso con agua al sereno de la noche y a la mañana interpretar la figura que se había formado y eso te sucedía. Que si tres papas, una a medio pelar, otra entera y otra sin pelar, las metía debajo de la cama a la mañana siguiente, sin mirar, coger una, la primera que pillara, según la que tomase, me iba a casar con un hombre pobre, la pelada, rico sin pelar etc.
Todas estas cosas llaman la atención cuando eres niña y a mi me divertían.
Decir que el que mas me gustaba hacer era el de escribir en papelitos el nombre de mis pretendientes o de los chicos que me gustaban, luego se doblaban bien hasta que ya no podías mas. Los metía en un tazón y los dejaba toda la noche al sereno. Al día siguiente, el papel que estuviese mas abierto, se suponía que era el que me quería y con él me casaría...y eso con doce o trece años! no llovió ni nada hasta que me casé!!
En fin...algo de magia si que tiene.
Aquí una instantáneas de esta noche, que a pesar del calor que hemos estado pasando estos días por estos lares, me arriesgué deprisa y corriendo a ver un par de ellas que estaban cerca de casa, junto con mi madre por no perder la costumbre y claro está, para probar mi cámara con esto del fuego. No se me dieron del todo mal, al menos me conformo.
El año que viene, si lo de saltar y quemar me funciona, volveré, si Dios quiere, a verlas con la misma compañía.






Extrañas formas las que adopta el fuego.
Aquí veo una gitana bailando.


Aquí un fantasmita soplando.


Y...todo se acaba y se consume, igual que esta fogalera en la Noche de San Juan.